31 Oct 8 trucos para calentar tu casa y ahorrar en invierno
El verano suele ser sinónimo de disfrute, pero también de cierto desequilibrio en el presupuesto familiar. Llega el momento de volver a la rutina y, con la llegada del otoño, de prepararse para ahorrar en invierno, cuando el consumo energético del hogar aumenta inevitablemente.
Las primeras bajadas de temperatura nos recuerdan que el frío está a la vuelta de la esquina: desempolvamos las prendas de abrigo, cambiamos la ropa de cama y comenzamos a pensar en la calefacción. Y es que, según la OCU, cada hogar español gasta una media de 640 euros al año en mantener su vivienda caliente.
Sin embargo, existen numerosos trucos y hábitos que permiten ahorrar en invierno sin renunciar al confort. Desde aprovechar mejor la luz natural hasta mejorar el aislamiento o utilizar los electrodomésticos de forma inteligente. Pequeñas acciones que, combinadas, pueden marcar una gran diferencia en tu factura.
¿Quieres saber cómo hacerlo? En Gestión Común te contamos ocho trucos sencillos y sostenibles para mantener tu casa cálida y reducir el consumo energético.
1. Aprovecha la luz del sol durante el día y aísla bien por la noche

El sol es la fuente de calor más natural y gratuita. Para ahorrar en invierno, abre cortinas y sube las persianas en las horas de mayor luz. Deja que los rayos solares calienten el interior de tu vivienda, sobre todo si tus ventanas están orientadas al sur o al oeste.
Cuando anochezca, haz lo contrario: baja las persianas y corre las cortinas para mantener el calor acumulado. También es importante ventilar correctamente: basta con 10 o 15 minutos por la mañana para renovar el aire sin enfriar demasiado el ambiente. Si puedes, realiza ventilación cruzada abriendo ventanas opuestas durante ese corto periodo.
2. Cuida tu sistema de calefacción y mantenlo eficiente
Para ahorrar en invierno no es necesario pasar frío, sino hacer que tu calefacción trabaje de forma más eficiente. No siempre se trata de invertir en un nuevo sistema, sino de mantener el que ya tienes en las mejores condiciones posibles.
Un gesto tan simple como purgar los radiadores una vez al año puede ayudarte a ahorrar hasta un 5 % en consumo. Además, es recomentable que revises la presión de la caldera y asegúrate de que los filtros estén limpios.
Si estás pensando en renovar, considera opciones como la aerotermia o la geotermia, mucho más sostenibles y eficientes que los sistemas tradicionales de gas o electricidad.
3. Encuentra la temperatura ideal para tu hogar

Para ahorrar en invierno, controlar la temperatura es esencial. Aunque cada persona tiene su propia sensación térmica, los expertos recomiendan mantener el hogar entre 21 °C y 23 °C durante el día, y reducirla a unos 18 °C por la noche.
Un termostato programable o inteligente te permitirá regular la temperatura de forma automática y evitar el desperdicio energético cuando no estés en casa. Además, medir la temperatura de cada estancia ayuda a equilibrar el confort y el consumo.
4.Refuerza el aislamiento y evita fugas de calor
De nada sirve calentar una vivienda si el calor se escapa. Una de las claves para ahorrar en invierno es revisar el aislamiento de puertas y ventanas. Asegúrate de que cierren correctamente y no haya grietas o rendijas por donde se cuele el aire frío.
Un buen aislamiento térmico puede reducir el gasto energético hasta un 30 %. Si tu vivienda es antigua, considera invertir en materiales más eficientes para paredes, techos o suelos. Aunque la inversión inicial pueda parecer alta, se amortiza rápidamente gracias al ahorro mensual.
5.Cierra las puertas y calienta solo las estancias necesarias
Una medida muy efectiva para ahorrar en invierno es concentrar el calor en las zonas donde más tiempo pasas. Mantén cerradas las puertas de las habitaciones que no uses con frecuencia para evitar que el calor se disperse.
Además, recuerda que el propio cuerpo genera calor: una persona en reposo emite una energía equivalente a una pequeña estufa de unos 70-80 vatios. En espacios pequeños y bien aislados, esa energía también ayuda a mantener una temperatura más estable.
6. Usa tejidos cálidos y materiales que conserven el calor

Decorar tu casa con textiles adecuados también contribuye a ahorrar en invierno. Las alfombras gruesas, las cortinas pesadas y los tapizados de tela actúan como una capa aislante que reduce la pérdida de calor.
Elige materiales como la lana, el algodón, la franela o el terciopelo, tanto para la ropa del hogar como para la vestimenta. Además de aportar calidez, mejoran la sensación térmica y reducen la necesidad de subir la calefacción.
7. Apaga la calefacción durante la noche
Muchas personas creen que dejar la calefacción encendida por la noche garantiza un descanso más cálido, pero ocurre lo contrario: el exceso de calor puede dificultar el sueño. La temperatura ideal para dormir está entre 15 y 19 °C.
Si tu vivienda conserva bien el calor y utilizas ropa de cama adecuada —como edredones o mantas térmicas—, no necesitarás tener la calefacción encendida. Así, no solo descansarás mejor, sino que también conseguirás ahorrar en invierno sin esfuerzo.
8. Aprovecha el calor que generan los electrodomésticos
Puede parecer un detalle menor, pero aprovechar el calor residual de los electrodomésticos también ayuda a ahorrar en invierno. Cuando uses el horno, deja la puerta entreabierta tras cocinar para aprovechar el aire caliente.
Cocinar varios platos seguidos o planchar en una habitación cerrada son gestos sencillos que ayudan a mantener el calor. Incluso los secadores o las freidoras generan calor que puede quedarse en casa si evitas que se disipe.
Confort y sostenibilidad durante todo el año
En Gestión Común, trabajamos para que nuestras promociones en Zaragoza combinen diseño, confort y eficiencia. Cada detalle cuenta: desde los materiales de construcción hasta el aprovechamiento de la orientación solar y el aislamiento térmico.
Ahorrar energía durante los meses fríos es más fácil de lo que parece. Aprovecha la luz natural, cuida el mantenimiento de tu calefacción, refuerza el aislamiento y apuesta por hábitos sostenibles.
Con estos pequeños gestos, podrás ahorrar en invierno, disfrutar de un hogar más cálido y mantener tus facturas bajo control.